El postre Alaska es una preparación que lleva el helado al horno sin que se derrita, por acción de una secuencia de preparaciones cuidadas que lo protegen. Este pariente cercado del omelette suprise es muy popular en los países de América del Norte.
El postre Alaska, conocido en EEUU como Baked Alaska, nació en 1876 en New York, en el restaurante Delmonico's, y llamado así en honor al, por aquél entonces, recientemente adquirido territorio estadounidense, y tal vez por su similitud de las tierras nevadas de Alaska, ya que su capa exterior está compuesta por merengue.
Pero vayamos por partes, o mejor dicho, por capas. El postre Alaska obra el milago de pasar el helado por una cocción al horno sin que se derrita. ¿Cómo se logra? Pues con una protección de capas que deben tener mucha prolijidad para así no dejar pasar el calor, manteniendo frío el helado.
Para cada capa hay una recomendación a seguir para que el postre Alaska nos quede perfectamente terminado, dorado por fuera, con un merengue tibio y un corazón de helado bien frío.
Centro del postre Alaska: El origen del postre se da con una bocha o semiesfera de helado con el que comenzaremos a armarlo. Para que durante la cocción en el horno el helado no llegue a derretirse conviene moldear la bocha o semiesfera sobre un plato y mantenerlo en el frezer hasta el momento de armar el postre, y que quede bien rígido. Lo ideal es hacer este trabajo con varias horas de antelación, así la bocha de helado queda bien congelada.
Para cada capa hay una recomendación a seguir para que el postre Alaska nos quede perfectamente terminado, dorado por fuera, con un merengue tibio y un corazón de helado bien frío.
Centro del postre Alaska: El origen del postre se da con una bocha o semiesfera de helado con el que comenzaremos a armarlo. Para que durante la cocción en el horno el helado no llegue a derretirse conviene moldear la bocha o semiesfera sobre un plato y mantenerlo en el frezer hasta el momento de armar el postre, y que quede bien rígido. Lo ideal es hacer este trabajo con varias horas de antelación, así la bocha de helado queda bien congelada.
La base: Se hace con un circulo recortado en pionono, algo mayor al tamaño de la bocha de helado. Sobre el disco de pionono se pone una capa delgada de dulce de leche para sostener mejor el helado y darle una aislación extra.
Capas intermedias: El helado se puede proteger del calor del horno directamente con una gruesa capa de merengue italiano (claras batidas con azúcar sobre fuego) o se le puede agregar una protección extra, que es cubrir la bocha de helado con una o dos crêpes o panqueques finos.
Capa final: Es la de merengue, que se coloca en gran abundancia sobre las capas anteriores, se emprolija el exterior y se lleva el postre a un horno fuerte hasta que se dore la superficie del merengue (es apenas un instante para que el helado no se derrita con el calor del horno). El postre Alaska se sirve con frutas frescas cortadas a su lado.
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